lunes, 23 de septiembre de 2013

¿cómo modifica la tecnología a la educación? parte 1

Tengo la impresión de que la innovación tecnológica está yendo más rápido de lo que los teóricos de la educación han "ajustado", "innovado", "adaptado" o en general respondido a estos mismos cambios. Si partimos de la convicción de que es la pedagogía en general, y la didáctica en particular, la que determinaría el uso de las nuevas tecnologías en el campo de la educación, la preguntas serían entonces:

¿Qué ajustes, cambios o modificaciones hay que hacer ante la aparición de las nuevas tecnologías?
¿Cómo se definen o redefinen los papeles de los profesores, estudiantes, instituciones educativas, frente a estos nuevos panoramas?

Lo primero es que si bien, constantemente aparecen por fortuna nuevas aplicaciones y desarrollos en el ámbito educativo, los cambios mas trascedentes, en mi opinión, no pasan por la aparición de nuevas tecnologías, sino por los cambios en la forma de relacionarse, interactuar y percibir el mundo de las generaciones nativas, e incluso, de los que hemos ido induciéndonos en estas transformaciones. 

Esto es, la aparición e incorporación de la internet en nuestras actividades cotidianas ha replanteado una serie de paradigmas en nuestras relaciones sociales que son las modificaciones mas importantes en este terreno. Pero, a qué nos referimos particularmente:

1) la noción básica de las redes sociales y de la web en general: el secreto está en compartir.
2) para hacer algo juntos ya no es necesario estar juntos.
3) tu colonia es el mundo.
4) lo gratuito paga mas.
5) el presente es lo inmediato, la vigencia de las cosas pronto se va.
entre otros.

A continuación comentaremos cada uno y cómo se relacionan con la educación:

1) la noción básica de las redes sociales y de la web en general: el secreto está en compartir.

La web se construye por las aportaciones que todos hacemos de una u otra forma a ella, este concepto es lo fundamental y lo que potencializa las redes sociales, esos espacios están ahí para compartir. Se imaginan un facebook, instagram, twitter, donde los usuarios no pudieran poner nada, o estuvieran limitados alas consideraciones de un administrador. Obviamente no, porque esta es su premisa fundamental. 

Sin embargo, todavía hay muchos investigadores, profesores, instituciones y hasta compañías que, ubicados en el paradigma anterior, se niegan a compartir sus conocimientos, resultados, desarrollos, trabajos, etc, si no hay una paga de por medio, o bien, de una forma muy restringida por temor a que les sean robados. La realidad es que todo el conocimiento de la humanidad, desde la época de las cavernas hasta el desarrollo mas espectacular de la ciencia ocurre porque se comparte. Lo que descubre uno, inventa otro, piensa aquel es resultado de lo que otros antes habían descubierto, inventado o pensado, y lo mismo se retomará, modificará, replanteará, por los que vienen adelante. El conocimiento se genera a partir de la socialización.

Lo que ocurrió es que cuando se da el periodo de la industrialización donde una idea, un invento o descubrimiento pueden generar mucho, mucho dinero, entonces se le intenta "proteger" con lo que a partir de entonces se llama "derechos de autor". Pero internet supone algo profundo, muy profundo, pues estamos hablando del paso de la era industrial a la era de la comunicación, con otras reglas, otros paradígmas, etc. Si, podemos seguir protegiendo nuestros inventos, pensamientos, y de alguna forma se debe hacer, pero también es cierto que si no los compartimos, si no los exponemos para que sean retomados por los demás, de alguna manera u otra los estamos nosotros mismos condenando. Nunca ha habido nada nuevo bajo el sol, pero menos ahora que el sol sale por todos lados. Frente a una avalancha de información que nos llega de todo el planeta, que genera, desarrolla, recompone, replantea, retoma de todos lados, algo no expuesto se pierde porque se aísla, se pudre inmaculado en su fortaleza de cristal mientras que afuera, la vida fluye incontrolabe a un ritmo que nunca conoció la humanidad. Por el contrario, lo que se deja abierto se retoma más rápido, pronto encuentra respuestas y se reproduce en una dinámica exponencial en 2, 4, 16, ... ideas, desarrollos, inventos, aplicaciones, artículos, que potencializan al original. La era de la información no puede avanzar con las pesadas botas de la sociedad industrial y replantea la situación en una idea mas acorde con la agilidad y velocidad que supone esta era, el Creative Commons. 

CC no supone perder los derechos de autor, sino compartir con el resto interesados en la materia para que se potencialice nuestra idea, descubrimiento, desarrollo, invención, etc. Pero pongamos un ejemplo para hacernos entender mejor: las plataformas educativas virtuales.

Dos de las plataformas mas utilizadas en los últimos años son Moodle y blackboard, la primera de código abierto y la segunda con código cerrado, la primera de uso gratuito y la segunda con un costo de entrada para su uso. Resultado: mientras que blackboard tiene 20 millones de usuarios, moodle cuenta con 60 millones de usuarios en todo el mundo. Pero algo mucho mas significativo aún, mientras que el entorno de blackboard es cerrado, el de moodle ha permitido que se desarrollen millones de aplicaciones de todas partes del mundo que no solo complementan, sino que obviamente lo convierten en un universo cada vez mas interesante para sus usuarios ¿pero cómo recuperan su dinero los inversionistas o desarrolladores de este tipo de plataformas con código abierto? Lo analizaremos más adelante en el punto 4, pero de antemano es hora de hacer la siguiente reflexión: si las escuelas, universidades, institutos de investigación, etc funcionan con fondos públicos, por una cuestión de honestidad social todos sus desarrollos deberían de ser de código abierto. Si funcionan con fondos privados deberán evaluar qué les conviene más, si mantener su código cerrado y recuperar su inversión limitando su uso a su matrícula escolar, o abrir su código para que sus desarrollos no sólo sean utilizados por muchísimas más personas, sino que a partir del CC también puedan surgir aplicaciones que complementen y mejoren su producto y su servicio, ganando prestigio a nivel mundial si sus desarrollos tienen una buena calidad.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Un breve análisis de las plataformas virtuales II

Entre las plataformas comerciales, hablamos de dos categorías: las de software libre y las plataformas que de entrada te cobran. En las primeras el caso más importante es el Moodle como la plataforma de uso gratuito que es más usada. Esta plataforma tiene como principales ventajas, además de su uso gratuito, que ellos se encargan de todo el mantenimiento y el soporte técnico necesario, además de que como su código es abierto, esto ha ayudado a que gente de todo el mundo mejore sus aplicaciones, esté más evaluada, esté en continua mejora, etc.  Su crecimiento ha sido exponencial, pasando de unos mil sitios web que la utilizaban en 2003, a 4000 en el 2005 hasta llegar a 68 000 sitios actualmente, con 60 millones de usuarios en todo el mundo. Frente a las ventajas que enunciamos anteriormente la verdad es que fuera de los modelos de aprendizaje on line, realmente no han logrado que los estudiantes por sí mismos acudan a ella, ni tampoco han logrado superar el prejuicio que muchos maestros tienen de que son difíciles de usar.

Finalmente, tenemos las plataformas comerciales que de entrada te cobran una cuota que normalmente es por alumno y es anual. Aunque pueden tener algunas herramientas más desarrolladas que moodle, realmente pronto las plataformas de uso libre tienen desarrollos parecidos. Lo que venden fundamentalmente es: la adaptación total al diseño institucional, de manera que desarrollan el “campus virtual” de la institución (que esto también se logra con moodle y, por supuesto, con las plataformas de desarrollo propio). Ciertas aplicaciones que, como ya decíamos es muy factible que en un corto plazo las otras plataformas desarrollen recursos muy parecidos y, finalmente, la seguridad de las bases de datos al contar algunas de ellas con servidores propios. Sin embargo, nuevamente, tanto las plataformas como moodle cuentan con esquemas de seguridad muy bien diseñados, como las plataformas de desarrollo propio pueden conservar las bases de datos en sus propios servidores. Las cuotas por alumno pueden sonar muy accesibles (hablamos de que algunas cobran 10 dlls por alumno al año como ALESTRA), sin embargo, cuando las multiplicamos por el número de alumnos que tenemos ya no es un costo nada barato, pues si tenemos por ejemplo 3000 alumnos, estamos hablando de 30 mil dlls al año, y en la medida que voy creciendo este costo se incrementa de manera exponencial. Eso puede llevar a plantearse a la institución si con un presupuesto así anual, no pueden desarrollar su propia plataforma. 


Las principales ventajas que tienen a nuestra consideración son: que detrás de ellas normalmente están empresas muy importantes que les pueden hacer una importante inyección de capital para su desarrollo. El tener detrás de ellas estas empresas tan importantes y consolidadas también les brindan la imagen de seriedad y seguridad, que al final creemos que es lo que pagan sus usuarios. Realmente las aplicaciones que ofrecen pueden ser interesantes como paquetes, pero para las instituciones que no tengan o no quieran pagar siempre habrá bastantes alternativas para sustituirlas. Entre las desventajas creemos que realmente no ofrecen un servicio que al final sea realmente significativo para pagar por ellas en la mayoría de los casos, aunque siempre habrá clientes que paguen por estas plataformas por distintas razones. Otra es que si los propios profesores están desarrollando los contenidos de las mismas, al final la cuota que se paga realmente es alta y muchas instituciones optarán por generar sus propios desarrollos. 

EN CONCLUSIÓN:
Tanto la gran mayoría de las plataformas de desarrollo propio como de desarrollo comercial tienen el mismo formato: ser un sistema organizado en la red, donde cada profesor puede abrir y administrar su curso. Decimos que son plataformas cerradas, en el sentido de que si no estoy inscrito en el curso, es muy probable que no pueda ver sus contenidos. También en el sentido, de que cada profesor es el que sube sus materiales. Esto provoca que si quiere hacer un intercambio o conocer los recursos de otros profesores, tienen que ponerse en contacto directo con ellos, la plataforma en sí misma no fomenta este tipo de interacciones. Las interacciones entre alumnos también quedan limitadas a lo que el profesor o el curso les indique, sin que por sí mismos pueda darse una mayor interactividad social, digamos. A eso nos referimos que son sistemas cerrados. Esto sin embargo, va en contracorriente con la cultura digital y de red, que cada vez abre más espacios para la interacción más dinámica y abierta, como las redes sociales. Creemos que esto es la causa de que para la mayoría de los estudiantes, sobre todo los más jóvenes, este tipo de plataformas les parecen aburridas y poco atractivas.

Como recursos didácticos las plataformas no generan aprendizajes por sí solas, sino que este proceso depende enteramente del curso que se diseñe en ellas. La mayoría se limitan a ser, como ya dijimos, receptáculos donde los profesores albergan diferentes tipos de archivos para ser consultados y descargados por sus estudiantes. Pero realmente tienen pocas opciones para que los estudiantes desarrollen procesos de aprendizaje en la propia plataforma. En tanto que su uso no sea más sistemático y, sobretodo, más significativo, seguirán siendo un recurso caro si no se le encuentra un verdadero sentido. Sobre todo, si hablamos de plataformas de desarrollo propio o plataformas comerciales que cobran de antemano su licencia de uso.

Así pues, para que una plataforma tenga un verdadero éxito los profesores que abren sus cursos deben tener tanto conocimientos como experiencias de aprendizaje en línea y diseño instruccional, ya que de ellos dependen el éxito de las plataformas como recursos didácticos. Se trata entonces de un sistema con un conjunto de herramientas que te permiten montar tus propios cursos ¿Qué tan rico es en términos de aprendizaje? Depende de la riqueza de tu curso. Si este se limita a un conjunto de archivos con información sobre el tema y pocas y débiles actividades de aprendizaje, realmente las plataformas se convierten en recursos poco atractivos. 

 Respecto a la pregunta de ¿cuál plataforma es mejor usar? Todo depende del proyecto en concreto del que estemos hablando. De acuerdo a mis objetivos, estrategias, perspectivas de crecimiento, recursos, etc. Si estamos empezando un proyecto, en mi opinión, es preferible concentrar nuestros recursos y esfuerzos en fortalecer la estructura curricular de nuestros cursos, mas que en el diseño y mantenimiento de una plataforma. En tanto que, como ya lo expresamos, con las plataformas actuales el aprendizaje depende casí por completo de la riqueza del diseño instruccional, que en ultima instancia comprende cuáles son los recursos y herramientas tecnológicas que va a utilizar de acuerdo a las necesidades didácticas y pedagógicas del propio curso.

Finalmente, la tendencia parece ser que la siguiente generación de plataformas virtuales tratarán de incorporar relaciones más flexibles y menos cerradas, incorporando las dinámicas de las redes sociales y ya no ser un solo un sistema donde se coloquen cursos en línea. Sin embargo, creemos que no será suficiente con incorporar las dinámicas de estas redes sociales, sino que además deben construirse como verdaderos espacios que sean capaces de generar aprendizajes, sobretodo con estrategias colaborativas. Esta es nuestra principal apuesta en Delfos. Así, pasaremos de una red social donde se intercambia información, a una red de conocimiento donde se generan aprendizajes a partir de la interacción virtual, herramientas didácticas, y generación compartida de conocimientos. 

Con estos tres pilares es que estamos diseñando nuestra plataforma virtual que esperamos muy pronto esté disponible para todos ustedes.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Un breve análisis de las plataformas virtuales I

Es prácticamente un lugar común decir que internet ha cambiado radicalmente nuestro mundo. Sin embargo, no por eso deja de ser algo totalmente cierto; Mas aún, la llamada generación 2000 o "milleniars" (constituida por aquellas personas nacidas alrededor del año 2000)la web forma una parte tan íntima de su entorno cultural y social, que ha modificado ciertas conductas, relaciones sociales y visiones del mundo, que cambiaran para siempre los entornos laborales, de negocios, sociales, etc. Solo para entender en qué medida han impactado las redes sociales hay que recordar como la llamada "primavera árabe" creció de manera importante gracias al uso justamente de las redes sociales, como medio de comunicación civil. 


Por eso mismo, la tendencia mundial para incluir materiales digitales y virtuales en los entornos educativos parece algo totalmente lógico. Sin embargo, lo que extrañamente vemos en la realidad de la mayoría de las escuelas con sistemas presenciales, especialmente de los niveles de educación básica, es que está introducción ha sido demasiado lenta, incluso casi podemos decir accidental ¿Por qué? ¿Cuál es la razón de esto? En nuestro juicio hay dos factores que inciden directamente: la falta de una infraestructura tecnológica en nuestras aulas, además de que falta capacitación para que los profesores incorporen estos recursos de manera más sistemática. 

Aún así, muchas escuelas ya cuentan con su propia plataforma virtual, donde poco a poco están incorporando al internet en sus dinámicas académicas. Ahora bien, que es una plataforma virtual. Para definir qué estamos entendiendo por plataforma virtual usaremos la definición de José Sánchez Rodríguez: son un “…rango de aplicaciones informáticas instaladas en un servidor cuya función es la de facilitar al profesorado la creación, administración, gestión y distribución de cursos a través de Internet.” En este sentido, aunque hay un número muy importante de plataformas hoy en día, casi todas tienen la misma estructura y funcionalidad, que a grandes rasgos podemos identificarlos como “sistemas como “contenedores de cursos” que, además, incorporan herramientas de comunicación y seguimiento del alumnado.” Así pues, son estructuras virtuales donde los profesores crean sus propios cursos, suben los recursos didácticos y administran su grupo. En la mayoría de los casos, los estudiantes consultan los recursos que les son indicados, realizan las actividades y suben sus “tareas” para revisión. 

Por otro lado, podemos clasificarlas en dos grupos fundamentalmente: las plataformas de desarrollo propio, y las plataformas comerciales, que algunas son de uso gratuito y otras que cobran.


Las plataformas de desarrollo propio son todas aquellas generadas por las propias instituciones educativas. Aunque hay muchas plataformas desarrolladas en todo el mundo, fundamentalmente responden a las necesidades y particularidades de la institución que la desarrolló, de modo que para ser usuario de estas hay que estar inscrito primero a la institución que la produce. En ese sentido, podemos hablar que son plataformas cerradas, ya que no cualquiera puede acceder a ellas. Entre las ventajas podemos encontrar son que: están totalmente adecuadas a las necesidades de la institución y que si se necesitan actualizaciones se pueden llevar a cabo con total control del proceso. También una cuestión de prestigio y de identidad. Otra ventaja es que tienen un público cautivo que las usa. Respecto a las cuotas que pagaría uno por una plataforma comercial si tiene un número muy importante de usuarios, incluso se puede hablar de una importante reducción de costos. Sin embargo, los inconvenientes también son de considerar. Si bien, se puede tener un equipo importante para su desarrollo, se debe considerar también el periodo de evaluación y adecuación, proceso que se ahorra con una plataforma que ya ha sido desarrollada y probada. Otro inconveniente importante es que a parte del desarrollo todo el mantenimiento y ajustes técnicos recaen exclusivamente sobre la institución, y puede que no se cuente con la experiencia para resolver ciertos problemas, sobre todo si es un equipo que no ha trabajado antes en proyectos similares. Un inconveniente más es que toda la parte de seguridad de la misma y, por tanto, la responsabilidad de los datos recae exclusivamente en la institución. La realidad es que si la institución no cuenta con recursos muy importantes y un proyecto integral, no es una inversión que sea recomendable, habiendo plataformas de software libre ya diseñadas.

CONTINUARÁ ...